Síntomas del TDAH en adultos

Muchas personas creen identificar síntomas del TDAH en sí mismos, pero no están seguros si deben solicitar ayuda. Es importante aclarar antes de iniciar esta nota que no es posible realizarse autodiagnósticos o diagnosticar a otros sin ser un profesional de la salud.

Sin embargo, podemos tener en cuenta cuáles son los síntomas que presenta este tipo de afección para, en caso de identificarnos con los mismos, acercarnos a un especialista que nos pueda ofrecer su ayuda.

  1. La gente suele quejarse de que no escuchas.

Muchos de nosotros perdemos la concentración durante una conversación, sobre todo si hay un televisor cerca u otra cosa que capte nuestra atención. Este problema es especialmente frecuente en personas con TDAH y puede darse incluso en entornos libres de distracciones. Sin embargo, el TDAH es más complejo que una mera pérdida momentánea de concentración.

  1. La gente afirma que tienes tendencia a olvidar las cosas.

Todo el mundo pierde las llaves del coche o la chaqueta de vez en cuando. Pero con el TDAH, este tipo de incidentes ocurren con frecuencia. Es posible que pases tiempo buscando gafas, carteras, teléfonos y otros objetos todos los días. También podrías olvidarte de devolver las llamadas telefónicas, dejar de pagar las facturas o faltar a las citas médicas.

  1. Con frecuencia llegas tarde a todas partes.

Luchar constantemente con el TDAH puede hacer que gestionar el tiempo sea una lucha. Incumplir constantemente los plazos o saltarse citas es siempre una posibilidad, a menos que se tomen medidas activas para evitarlo.

  1. Tienes una lista infinita de cosas que dejaste de hacer y era importante que las termines

Luchar con problemas de atención y memoria puede causar diversos obstáculos, sobre todo cuando se emprende una tarea que exige un alto nivel de concentración. Síntomas como éstos también pueden significar depresión.

  1.  No puedes controlar tus emociones.

Sentirse taciturno, expresar enfado con frecuencia, perder la motivación o tener ataques de ira son efectos que la presencia del TDAH puede complicar. Controlar las emociones incómodas o romper con los comportamientos inadecuados se convierte en un reto para las personas con esta afección que no se encuentran  bajo tratamiento. 

  1. Hay problemas de concentración.

Los problemas de atención son un rasgo distintivo del TDAH, sobre todo la dificultad para concentrarse durante largos periodos de tiempo o para prestar atención a los detalles. 

La concentración también puede verse alterada por la depresión, la ansiedad y los trastornos adictivos, que suelen ser comórbidos con el TDAH. Es probable que tu médico te plantee preguntas específicas para explorar la causa fundamental de tus problemas de atención.

  1. Tuviste problemas de comportamiento de niño.

Para que a un adulto le diagnostiquen TDAH, a menudo es necesario haber demostrado problemas de atención y concentración durante la infancia, aunque esos síntomas nunca se hayan reconocido oficialmente.

En tus primeros años, quizá otros te acusaron de ociosidad. Otra posibilidad es que pensaran que padecías otra enfermedad, como depresión o ansiedad.

  1.  Dificultad para controlar tus impulsos.

Con esto se trata de actuar aunque sepas que puede acarrear consecuencias graves, como ser incapaz de callarte cuando tienes algo que decir, aunque sepas que no deberías hacerlo.

  1. Desorganización

Es posible que te des cuenta de este reto con más frecuencia en el lugar de trabajo. Podrías tener dificultades para priorizar responsabilidades, llevar un registro de las tareas y cumplir los plazos de los proyectos.

  1. Sos una persona con hiperactividad o que “no se puede quedar quieto”

Habitualmente, aquellos niños tienen TDAH suelen ser hiperactivos. Los adultos bajan algunos decibeles, pero también son más propensos a ser inquietos o intranquilos. Además, suelen ser personas que hablan demasiado, o estan acostumbradas a interrumpir a los demás.

  1. Preocupaciones emocionales

Vivir con TDAH puede parecer un reto, como si las emociones estuvieran siempre en estado de cambio. El aburrimiento aparece con facilidad y el comportamiento impulsivo no es infrecuente.

Las pequeñas irritaciones pueden parecer insuperables, lo que puede provocar depresión y cambios de humor. Si no se abordan, las preocupaciones emocionales pueden causar dificultades en las relaciones personales y profesionales.

  1.  Hiperfocalización

Las personas con TDAH suelen distraerse con facilidad, pero también pueden mostrar una condición conocida como hiperfocalización.

Una persona con TDAH es capaz de quedarse tan absorta en algo que puede ser completamente inconsciente de cualquier otra cosa que ocurra a su alrededor. Este enfoque hace que sea más fácil perder la noción del tiempo y desconectar de los que te rodean. Esto puede dar lugar a malentendidos en las relaciones.

  1.  Autoimagen negativa

Los adultos que padecen TDAH tienden a ser muy autocríticos, lo que puede conducir a una imagen negativa de sí mismos. Esto se debe a problemas de concentración, así como a otros síntomas que pueden afectar a la escolarización, la ocupación y las relaciones interpersonales.

Así como expresa nuestra colaboradora María Stroman, los adultos diagnosticados de TDAH pueden considerar estas luchas como defectos personales o logros insuficientes, lo que conduce a una autoevaluación negativa.