¿Qué palabras que no debemos usar cuando nos referimos a una persona neurodivergente?
Las personas que son neurodiversas suelen ser muy estigmatizadas socialmente, y esa problemática lógicamente se traduce en ciertas expresiones del lenguaje habitualmente utilizadas. La sociedad enuncia lo que piensa. Y aunque no estés de acuerdo con la discriminación hacia estas personas, es muy posible que hayas naturalizado algunas expresiones que pueden herirlas o segregarlas.
¿Cómo podemos hacer para combatir esta problemática? Primero, siendo conscientes del lenguaje que empleamos para referirnos a las personas neurodiversas.
Recordemos que las palabras tienen una fuerte incidencia en la vida de las personas. Al perpetuar estereotipos, utilizando lenguaje ofensivo, estamos limitando todo el potencial de esas personas y disminuyendo las oportunidades que se les puede presentar en un entorno libre de prejuicios.
Al estigmatizar a las personas con afecciones neurodivergentes estamos infligiéndoles un grave daño a ellos y a la propia sociedad. Estas personas tienen grandes aportes que pueden realizar para construir un mundo más creativo y nutrido por diversas perspectivas.
A continuación, junto a nuestra colaboradora María Stroman, te comentamos algunas palabras y frases que debes evitar cuando te refieras a personas neurodivergentes:
1. “Loco” o “Demente”: ¿Quién no lo ha usado alguna vez? Generalmente, lo hacemos cuando queremos referirnos a quién se comporta de una manera inusual o inadaptada a las normas. Aunque la tomemos como una expresión inocente, estas pueden resultar muy hirientes para las personas neurodivergentes.
2. “Retrasado”: Es un término anticuado y ofensivo que se ha sustituido por un lenguaje más respetuoso como “discapacidad intelectual”.
3. “De alto funcionamiento” o “De bajo funcionamiento” : Estos términos se utilizan a menudo para clasificar a las personas en función de su nivel de capacidad. Sin embargo, esto puede ser limitante y no refleja con exactitud las complejidades de las afecciones neurodivergentes. En su lugar, hay que centrarse en los puntos fuertes y los retos individuales.
4. “Normal” : Se trata de un término cargado que sugiere que existe una forma de ser estándar o ideal. Sin embargo, el empleo del término de la neurodivergencia, justamente busca demostrar que esta no implica una anormalidad,sino que, más bien se trata de una forma diferente en la estructura cerebral.
Otra cosa, las personas neurodivergentes no son víctimas de su enfermedad y ni son menos capaces o competentes que los demás. Utiliza “vive con” o “tiene” para subrayar que las personas neurodivergentes son individuos ante todo.
Cuando respetamos a las personas neurodivergentes, podemos contribuir a acabar con los estereotipos y promover un progreso humano que construya sobre lo que nos distingue.
Al repensar nuestro lenguaje, estamos colaborando en la construcción de un mundo mejor: más tolerante, comprensivo, empático e inclusivo.
Actitudes ofensivas para personas neurodivergentes: ¿cómo reconocerlas?
Es habitual que el desconocimiento social sobre las afecciones neurodivergentes lleve a que estas personas sean incomprendidas, o incluso, discriminadas por el resto.
Estas actitudes hacia ellos pueden ser inconscientes. Seguramente si te encuentras leyendo esta nota es porque quieres asumir responsabilidad sobre lo que dices y haces
El mayor desafío al que se enfrentan las personas neurodivergentes se vincula a cómo actúan los demás con ellos. He aquí algunas actitudes que pueden resultar ofensivas para una persona neurodivergente:
1. Creer que todas las personas neurodivergentes son iguales: Las personas neurodivergentes son únicas, y sus experiencias pueden diferir enormemente. Es esencial comprender que cada persona tiene sus puntos fuertes y sus retos.
2. Desestimar sus luchas: Las personas neurodivergentes a menudo se enfrentan a dificultades en aspectos que otros no tienen en cuenta, como las sensibilidades sensoriales, las interacciones sociales y la comunicación. Desestimar sus dificultades puede hacer que se sientan ignorados y aislados.
3. No tener en cuenta sus necesidades: Las personas neurodivergentes pueden necesitar adaptaciones para participar plenamente en la vida cotidiana. No proporcionarles estas adaptaciones puede crearles barreras importantes.
4. Utilizar un lenguaje capaz: El ableísmo se refiere a la discriminación de las personas discapacitadas. Utilizar un lenguaje capaz puede resultar hiriente y ofensivo para las personas neurodivergentes.
5. Asumir que no son capaces: Las personas neurodivergentes suelen ser subestimadas y pasadas por alto debido a sus diferencias.
Lo crucial es que comprendamos que ellos también pueden obtener grandes logros en aquello que les despierta pasión. Nos son menos capaces que una persona neurotípica para sobresalir. De hecho, existen muchos ejemplos de personas neurodivergentes que son realmente éxitosas, y que incluso, no sospecharías que tienen algún tipo de neurodivergencia: Tom Cruise (dislexia), Ryan Gosling (TDAH), Orlando Bloom (dislexia), Anthony Hopkins (síndrome de Aspenger), Greta Thunberg (transtorno de desarrollo).
Hay muchas personas con neurodivergencia que lograron superar las barreras, pero muchas otras a las que nunca se le dió la oportunidad de hacerlo o a las que se le impuso creencias limitantes.
Las experiencias únicas de las personas neurodivergentes deben ser tratadas con absoluto respeto y comprensión. Evitando estas actitudes ofensivas, podemos crear un entorno más inclusivo y acogedor para todos.