Autismo: ¿cómo enfrentar el “burnout”?

El burnout autista es un síndrome derivado del estrés crónico causado por un desequilibrio entre las capacidades, las expectativas y un apoyo insuficiente.

Se identifica por un agotamiento prolongado y generalizado (normalmente superior a 3 meses), una disminución de la funcionalidad y una menor tolerancia a los estímulos.

Las personas autistas definen el burnout como un agotamiento crónico que conlleva la pérdida de habilidades y menor tolerancia a los estímulos.

El agotamiento autista es un estado de fatiga física y mental, niveles de estrés elevados y capacidad reducida para hacer frente a las tareas cotidianas, la información sensorial y las interacciones sociales, resultado de años de intentar satisfacer demandas que no se ajustan a nuestras necesidades individuales.

Las personas con autismo describen cómo este “burnout” influye en todos los ámbitos de su vida y persiste durante largos periodos de tiempo. Para muchas personas, la aparición del burnout autista se produce por primera vez en la adolescencia, al terminar la educación secundaria o en otras ocasiones caracterizadas por cambios en las expectativas de desarrollo y transiciones.

El agotamiento autista tiene repercusiones negativas en sus vidas: 

  • Aumenta los problemas de salud física y mental
  • Se les dificulta llevar una vida más independiente
  • Pierden la confianza en sí mismos
  • Temen la pérdida de habilidades por pensar en la posibilidad que el desgaste autista fuera permanente. 
  • Reducción de su calidad de vida
  • Angustia constante
  • Agotamiento crónico
  • Pérdida de funciones
  • Reducción de la tolerancia a los estímulos.

Además, como comenta María Stroman, a toda esta situación se suma la falta de empatía de las personas neurotípicas, que se irritan con facilidad cuando tienen dificultades para entender o relacionarse con las experiencias de la persona autista. 

Todo este contexto puede llevar a que las personas autistas pierdan sus trabajos o abandonen sus estudios. Incluso muchos de llos llegan a tener ideaciones o comportamientos suicidas 

Cómo se puede reducir o prevenir el agotamiento autista

A continuación, te comentamos algunas ideas que una persona con autismo puede tener en cuenta al momento de afrontar el “burnout”: 

  1. Aceptación 

Relacionarse con personas que puedan abrazarlos y reconocerlos por lo que realmente son, sin pretensiones ni fachadas, puede ayudar a evitar o minimizar el agotamiento.

Esto podría ocurrir de diversas formas, como en el seno de un grupo familiar o de amigos a nivel individual, como culturas de aceptación más amplias a nivel comunitario, o conectando con otras personas autistas para recibir validación de experiencias y apoyo emocional y social basado en la experiencia personal compartida.

  1. Encontrar apoyo formal 

Puede ser beneficioso recibir adaptaciones razonables en la escuela o en el trabajo, apoyo físico, como un comprador o ayudante personal, o ayuda con la salud mental.

  1. Aumentar el tiempo de ocio

Pueden reducir la carga tomándose tiempo libre y más descansos. Es decir, reduciendo la actividad social u otros tipos de actividades más estresantes.

  1. Autocuidarse

Las personas con autismo deben aprender a establecer límites y cumplir solo las expectativas que les parezcan saludables. También debe aprender saber cómo reaccionar  cuando los demás no respetan los límites. 

Asimismo, deben ser responsables llevando un estilo de vida lo más saludable posible:  hacer ejercicio, dormir, comer bien y hacer cosas que los hagan felices. 

  1. Explorar el autoconocimiento

Deben aprender a reconocer y actuar ante los primeros signos de agotamiento autista. Por ejemplo, cancelar planes sociales para descansar más. Las personas diagnosticadas de autismo deben esforzarse por comprender sus propios patrones de conducta y sus emociones.

Comprendiendo las razones del agotamiento autista, podemos ayudar a las personas a identificar, prevenir, gestionar y recuperarse de esta afección.

El agotamiento autista y los resultados negativos asociados a él se producen cuando los individuos agotan sus mecanismos de afrontamiento en respuesta a sus experiencias y no se conceden tiempo suficiente para recuperarse.

Gastar constantemente más recursos de los que uno puede manejar en situaciones y entornos inadecuados puede provocar un estado de agotamiento general, disminución de las capacidades, aumento de las tendencias autistas y retraimiento de la vida.

Se informó de que el burnout se produce como resultado de las presiones causadas por factores vitales estresantes. La carga acumulada tuvo consecuencias negativas tanto para su bienestar físico como mental. Los adultos con autismo experimentan en este momento una incapacidad para cumplir las expectativas y el alivio del estrés parece inalcanzable.  

Socialmente, es urgente iniciar un proceso para desestimar el autismo y trabajar para reducir la discriminación hacia las personas con esta neurodivergencia.

Además, debemos tener cuidado con exigir o esperar que una persona autista enmascare sus rasgos. Proporcionar más apoyo social a quienes experimentan agotamiento relacionado con el autismo puede ayudar mucho a su recuperación.

En el mundo, todas las personas tenemos maneras distintas de sentir. Y también, otras formas de pensar, que muchas veces esta vinculada a la conformación de nuestro cerebro ¿Hacia qué camino vamos? ¿Al de la inclusión o al de la exclusión?