Aceptar la neurodivergencia: cómo puedo educar a un niño para no discriminar a las personas distintas
El concepto de la neurodiversidad busca naturalizar la existencia de distintas variaciones que son naturales en los cerebros humanos.
De este modo, se propicia una sociedad en la que ya no sea “anormal” tener una forma distinta de procesar la información, aprender, pensar y experimentar el mundo.
Aunque la sociedad actual se encuentra más consciente de la necesidad de incluir y aceptar a las personas que no son neurotípicas. Muchas personas neurodivergentes, aún continúan siendo estigmatizadas.
La única forma de erradicar la discriminación es aprendiendo y educando a las futuras generaciones.
Es por este motivo que tanto los padres como los educadores necesitan enseñar a los más pequeños qué es la neurodiversidad.
Y, así mismo, brindarles herramientas para que puedan comprender, aceptar y comunicarse con personas que tienen una estructura cerebral distinta a la de ellos.
Por eso, a continuación junto a nuestra colaboradora María Stroman, te comentamos algunos consejos que puedes tener en cuenta al momento de enseñar a un niño o niña a aceptar e incluir a quién es distinto:
1. Empieza por la empatía: Habla con tu hijo sobre lo que se siente al ser excluido o acosado por ser diferente. El ejercicio de invitarlo a pensar y ponerse en el lugar del otro, lo ayudará a desarrollar una perspectiva más empática. Podrá conectar con el dolor y la angustia que la persona neurodivergente tiene al sentir el estigma social cotidianamente.
2. Enséñales qué es la neurodiversidad y por qué se aplica este concepto.
Antes que nada, recuerda que debes emplear un lenguaje que sea propicio para su edad. La explicación debe entenderse. Puedes usar vídeos, cuentos o cualquier tipo de recurso didactico. Haz hincapié en que cada persona es única y que las diferencias deben celebrarse, no ridiculizarse.
3. Utiliza un lenguaje positivo: Anima a tu hijo a utilizar un lenguaje positivo cuando se refiera a personas con rasgos neurodivergentes. En vez de decir “es autista”, utiliza “tiene autismo”. Esto ayuda a evitar el etiquetado y refuerza que la persona no se define únicamente por su condición.
4. Enseña habilidades sociales: Las personas con rasgos neurodivergentes pueden tener dificultades con las interacciones sociales, por lo que es importante enseñar a tu hijo a comunicarse e interactuar con ellas de forma respetuosa e inclusiva.
5. Fomenta la inclusión: Anima a tu hijo a incluir a todo el mundo en actividades y eventos, independientemente de sus diferencias. Esto ayuda a fomentar un sentimiento de pertenencia y aceptación.
6. Predica con el ejemplo: Los niños aprenden con el ejemplo, así que asegúrate de modelar un comportamiento y un lenguaje inclusivos en tus propias interacciones con personas neurodivergentes.
Los 10 mejores juegos para que compartan un niño neurotipico y un niño neuroodivergente
Para los niños, jugar juntos puede ser la mejor forma de aprender a socializar y entablar vínculos significativos.
Cuando un niño es neurotípico y el otro es neurosivergente, establecer una relación mediante lo lúdico puede ser la mejor opción para que generen amistad y entren en confianza.
En la siguiente lista, junto a María Stroman de la fundación “Creando Luz”, te comentaremos algunos de los juegos más divertidos para que compartan ambos niños. Además, estos fueron pensados para que puedan fomentar el desarrollo psicomotriz de los pequeños:
1. Uno: es el más conocido juego de cartas. Y es recomendable porque es realmente fácil de aprender. Además, tiene la virtud de ser apropiado para todas las edades que superen los 3 años.
Esta actividad incrementa el aprendizaje de habilidades sociales porque los pequeños deben respetar los turnos y seguir las reglas.
2. Jenga: el reto de construir y equilibrar la torre es una excelente forma mediante la cuál pueden desarrollar la coordinación de las manos mano y los ojos. Además, les brinda una mayor capacidad al momento de resolver problemas.
3. Simón dice: Este juego clásico es una forma estupenda de desarrollar la capacidad de escuchar y mejorar la memoria. También puede ser una forma divertida de practicar cómo seguir instrucciones y respetar turnos.
4. Pictionary: Este juego de dibujo es una forma divertida de desarrollar la creatividad y las habilidades comunicativas. Tanto los niños neurotípicos como los neurodivergentes pueden disfrutar con el reto de adivinar y dibujar diferentes objetos e ideas.
5. Twister: Este juego de habilidad física y coordinación es una forma estupenda de desarrollar el equilibrio y la flexibilidad. Tanto los niños neurotípicos como los neurodivergentes pueden disfrutar con el reto de retorcerse y girar juntos.
6. Ajedrez: Este juego de estrategia es una forma estupenda de desarrollar el pensamiento crítico y la capacidad de resolver problemas. Tanto los niños neurotípicos como los neurodivergentes pueden disfrutar con el reto de ser más astutos que su oponente.
7. Conecta Cuatro: Este juego clásico de estrategia y habilidad es una forma estupenda de desarrollar la conciencia espacial y la capacidad de resolver problemas. Tanto los niños neurotípicos como los neurodivergentes pueden disfrutar con el reto de conectar cuatro en fila.
8. Charadas: Este juego de actuar y adivinar es una forma divertida de desarrollar la comunicación y las habilidades sociales. Tanto los niños neurotípicos como los neurodivergentes pueden disfrutar con el reto de actuar y adivinar distintas palabras y frases.
9. Operación: Este juego clásico de habilidad y precisión es una forma estupenda de desarrollar la coordinación mano-ojo y la motricidad fina. Tanto los niños neurotípicos como los neurodivergentes pueden disfrutar con el reto de quitar distintas partes del cuerpo sin tocar los lados.
10. Minecraft: Este videojuego es una forma estupenda de desarrollar la creatividad y la capacidad de resolver problemas. Tanto los niños neurotípicos como los neurodivergentes pueden disfrutar con el reto de construir y explorar juntos diferentes mundos.
En conclusión, hay muchos juegos estupendos que pueden disfrutar tanto los niños neurotípicos como los neurodivergentes. Desde los clásicos juegos de cartas hasta los retos físicos y los videojuegos, hay algo que puede gustar a todos. Jugar juntos es una forma estupenda de entablar relaciones y aprender importantes habilidades sociales, así que ¿por qué no pruebas hoy algunos de estos juegos con tu hijo?