4 mitos sobre el síndrome de Tourette

La patología de Tourette está relacionada con el cerebro y los nervios, lo cual puede ocasionar movimientos y sonidos repetidos, conocidos como tics motores y vocales, que no pueden controlar.

Los episodios de patología suelen surgir en la infancia, pueden variar de leves a graves y cambiar con el paso del tiempo. 

El síndrome de Tourette puede afectar al bienestar físico, mental y emocional de los niños. La educación tiene el poder de disminuir las creencias negativas hacia el síndrome de Tourette, mejorar el acceso a los servicios sanitarios, garantizar un diagnóstico rápido y, en última instancia, ayudar a estos niños a llevar una vida sana y fructífera.

Numerosas ideas erróneas sobre el síndrome de Tourette hacen que la vida sea más difícil para las personas que lo padecen. En este artículo, junto a nuestra colaboradora María Stroman te compartimos una lista de mitos que deberías conocer para comprender mejor lo que significa vivir con esta afección. 

¿Qué es el síndrome de Tourette?

El síndrome de Tourette es una enfermedad neurológica que hace que las personas realicen movimientos o sonidos repentinos, llamados tics, que no pueden controlar. Tomemos el caso del síndrome de Tourette, en el que un individuo repite parpadeos o carraspeos. En algunos casos, la persona puede soltar involuntariamente palabras que no quería decir.

Existen tratamientos para controlar los tics, aunque algunos individuos pueden no necesitar nunca una intervención de este tipo a menos que sus síntomas les causen problemas muy graves.

Los síntomas suelen aparecer en la infancia, y la enfermedad afecta más a los niños que a las niñas. Afortunadamente, a medida que crecen, los síntomas suelen mejorar y algunos individuos los ven desaparecer por completo.

¿Cuáles son las causas del síndrome de Tourette?

Diferentes zonas del cerebro, concretamente los ganglios basales, que intervienen en la coordinación de los movimientos corporales, se han relacionado con el síndrome de Tourette. Las variaciones pueden afectar a las células nerviosas y a las sustancias químicas que transmiten mensajes entre ellas. Los investigadores sospechan que las alteraciones de esta red neuronal pueden desempeñar un papel importante en el síndrome de Tourette.

Los médicos no saben con exactitud qué desencadena esta conformación cerebral, aunque la genética podría desempeñar un papel relevante. Es posible que haya más de una causa raíz de estas dolencias.

Síntomas del síndrome de Tourette

Los tics son el síntoma principal, y pueden ser desde apenas perceptibles hasta frecuentes y evidentes. Hay dos tipos de tics: los tics motores y los tics vocales. 

Tics motores

  • Sacudidas del brazo o la cabeza
  • Parpadear
  • Hacer muecas
  • Movimientos bruscos de la boca
  • Encogimiento de hombros

Tics vocales

  • Ladrar o aullar
  • Carraspear
  • Toser
  • Gruñir
  • Repetir lo que dice otra persona
  • Gritar
  • Olfatear
  • Decir palabrotas

Los tics se clasifican en dos tipos: simples o complejos. Un tic simple implica solo una o unas pocas partes del cuerpo, como parpadear o hacer muecas. Un tic complejo puede afectar a varias partes del cuerpo o interferir en el habla, provocando acciones como saltar o utilizar un lenguaje vulgar.

4 mitos sobre el síndrome de Tourette

  1. No todas las personas con Tourette dicen obscenidades constantemente.

En los medios de comunicación dominantes está muy extendida la idea errónea de que las personas con síndrome de Tourettes se dedican principalmente a soltar palabrotas y blasfemias.

La verdad es que la mayoría de las personas con síndrome de Tourette no utilizan excesiva o incontroladamente un lenguaje inapropiado.  Esto, denominado coprolalia, sólo afecta a 1 de cada 10 individuos que tienen TouretteLa coprolalia es un tic complejo que resulta difícil de regular o contener, lo que hace que las personas con esta afección experimenten vergüenza y pudor.

  1. Las personas con Tourette no pueden controlar sus tics (de movimiento o de sonido). 

Mantener el tic bajo control puede ser una tarea desalentadora. Los movimientos y vocalizaciones asociados al síndrome de Tourette son incontrolables, lo que significa que las personas no realizan los tics intencionadamente. 

Muchos individuos comparan la sensación de tener un tic con la de un picor o la compulsión a estornudar, aunque la causa exacta de los tics sigue siendo desconocida. Intentar detener la sensación es inútil: al final, te frotarás la piel o estornudarás y experimentarás un alivio temporal antes de que vuelva el impulso. Cuando los individuos intentan suprimir sus tics, esto puede producir estrés y acabar exacerbando el tic.

  1. El mero hecho de tener un tic no significa un diagnóstico de Tourette.

Los tics, que consisten en sonidos vocales involuntarios o movimientos físicos difíciles de controlar, forman parte del síndrome de Tourette. Sin embargo, esta enfermedad es mucho más que tics.

Tener un tic puede ser complejo. Desde los tics temporales de corta duración hasta los tics complejos de larga duración, las personas pueden experimentar una serie de problemas de tics.

Los tics pueden ser desde leves y apenas perceptibles hasta graves e incapacitantes. Si alguien tiene Tourette, tiene que presentar al menos dos tics motores diferentes y un tic vocal, y haber tenido tics durante al menos un año.

  1. Las personas con Tourette suelen llevar vidas satisfactorias.

Es un hecho que algunas personas con síndrome de Tourette experimentan dificultades a lo largo de su vida. También es innegable que un gran número de individuos con síndrome de Tourette alcanzan altos niveles de realización.

Con frecuencia, los individuos tienen logros importantes y descubren que sus síntomas de tic pueden volverse menos graves o desaparecer por completo cuando se centran en una actividad específica.

A medida que las personas envejecen, el número de tics que experimentan suele disminuir. Hay personas con síndrome de Tourette que prosperan en varios aspectos de la vida y ejercen diversas profesiones, como la medicina, los deportes y las artes.