Teatro y neurodivergencia: ¿cómo ayuda a las personas con autismo?
El mundo del teatro se nutre de la creatividad y la inclusión, y eso se extiende a las personas con autismo. Es fundamental reconocer las perspectivas neurodiversas para que esta forma de arte esté al alcance de todos y mejorar el ámbito del teatro neurodiverso.
¿Cuáles son los beneficios del teatro para las personas con autismo? Esta será la pregunta clave de la siguiente nota.
Importancia del teatro para las personas neurodivergentes
Las ventajas del teatro para las personas neurodivergentes son abundantes y sustanciales. Además, sus aportaciones a las personas neurotipicas son igualmente significativas. Analicemos algunas razones por las que el teatro es una actividad excelente:
- El teatro podría ser beneficioso para ayudar a los niños escolarizados con espectro autista.
Tener motivadores externos que fomenten la organización y la preparación puede ser ventajoso para las personas neurodivergentes en su camino hacia el éxito.
Pensemos, por ejemplo, en cómo el teatro podría servir de incentivo para animar a los alumnos a cumplir con sus responsabilidades escolares y de deberes.
Si cumplen con éxito sus obligaciones, podrían ser recompensados asistiendo a los ensayos. Las normas y la estructura son esenciales para el éxito, independientemente de que los alumnos sean neurotípicos o neurodivergentes.
Además, el teatro cultiva la creatividad, que a su vez alimenta a los alumnos. Al implicar a los alumnos en el teatro, tienen la oportunidad de ampliar tanto su creatividad como sus conocimientos.
- El teatro libera
Todas las personas, especialmente las que se identifican como neurodivergentes, necesitan un espacio seguro para ser auténticas a la hora de expresarse, y el teatro proporciona esa sensación.
- El teatro puede ofrecer apoyo social y emocional a los niños con espectro.
Como actividad organizada que reúne a un gran grupo de mentes creativas, los esfuerzos teatrales ofrecen a los participantes la oportunidad de aprender sobre colaboración, delegación y comunicación eficaz. En el plano emocional, el teatro suscita una serie de sentimientos, animando a todos los implicados a desarrollar una mayor compasión, empatía y comprensión. Además, el teatro proporciona un foro excelente para perfeccionar las habilidades de comunicación verbal y no verbal.
- El teatro puede ayudar a las personas con autismo a mejorar su capacidad de reaccionar espontáneamente en situaciones sociales.
Las personas con autismo suelen tener dificultades para tomar decisiones rápidas cuando interactúan con los demás; necesitan más tiempo para comprender la nueva información social y componer sus respuestas. Aunque su incapacidad para responder con prontitud puede reflejar una velocidad de procesamiento social más lenta, también podría indicar un trastorno de la motilidad relacionado con la ansiedad. Con un entrenamiento constante en improvisación, las personas con autismo pueden adquirir mayor confianza y, con el tiempo, ser capaces de reaccionar instantáneamente en el contexto de las interacciones sociales cotidianas.
- El teatro puede reducir la ansiedad social.
El mero hecho de ganar confianza al estar en el escenario no es la única forma en que el teatro alivia la ansiedad. Por extraño que parezca, las ansiedades pueden integrarse en la identidad de alguien.El teatro puede ayudarnos a liberarnos de los confines de nuestras identidades, y adentrarnos en un personaje no ansioso puede tener un efecto dominó positivo en nuestras identidades reales, haciéndolas menos ansiosas.
- La representación y la inclusión siempre son importantes.
A lo largo de los años, la comunidad teatral ha dado pasos importantes para convertirse en un entorno más integrador, que acoge a personas de diversos orígenes raciales y étnicos, religiones, identidades de género, orientaciones sexuales y otras identidades marginadas.
El mismo nivel de atención y esfuerzo debe dirigirse a la inclusión de las personas neurodiversas en el teatro. Incluyendo y acomodando activamente a los individuos neurodiversos en el teatro, la comunidad puede crear un entorno más acogedor y diverso, mejorando en última instancia la experiencia para todos los implicados.
- El teatro es una actividad divertida.
Las intervenciones formales no tienen por qué abarcar todos los aspectos de la vida de una persona autista. Las repetidas rondas de intervenciones centradas en “arreglar” los supuestos déficits del individuo puedan transmitirle la creencia de que algo va mal con él. Sin embargo, no es así.
- El teatro permite el aprendizaje social sin los confines de la identidad.
Las personas, incluidas las del espectro autista, tienen identidades que intentan transmitir al mundo. Sin embargo, estas identidades suelen tener un alcance limitado y sólo permiten una gama limitada de comportamientos sociales. Aunque los juegos de rol y las intervenciones en habilidades sociales pueden abordar directamente habilidades específicas, los individuos siguen participando en estas actividades como ellos mismos, lo que limita consecuentemente su repertorio de expresión social.
- El teatro puede dar a las personas la oportunidad de expresarse.
Muchos individuos del espectro poseen una extraordinaria aptitud para la creatividad. Expresar conceptos culturales, tanto individualmente como en comunidad autista, facilita tanto la autorrealización como la autodefensa. Esto es especialmente evidente cuando un artista autista puede presentar su arte a un público más amplio.
Así como señala nuestra colaboradora María Stroman: “Si queremos un mundo más inclusivo, primero debemos pensar cómo incluir a aquellos que escapan al modelo neurotipico .”