¿Cómo viven los vínculos románticos las personas con autismo?
El autismo es un trastorno neurológico duradero que afecta a la forma en que las personas perciben el mundo que les rodea e interactúan con sus iguales. Suele aparecer durante la primera infancia, y las personas pueden seguir experimentando síntomas de esta enfermedad a medida que envejecen.
Así como expresa nuestra colaboradora María Stroman: “el autismo puede afectar a las habilidades sociales, la comunicación, las conexiones y la capacidad de autorregulación del comportamiento”. El amplio abanico de síntomas de las afecciones relacionadas se agrupa en su conjunto bajo el título de “trastornos del espectro”, derivados en su mayoría de distintas áreas de aflicción.
Entablar relaciones puede resultar difícil e intrincado para las personas diagnosticadas de autismo. Merece la pena examinar cómo se manifiesta esta afección y explorar orientaciones útiles para entablar relaciones con alguien con autismo. Aquellas personas que tienen esta afección pueden enfrentarse a los siguientes inconvenientes cuando están en pareja o conociendo a otro:
- Tienen una constante preocupación por no ser aceptados y, muchas veces, tienen la sensación de que las personas neurotípicas no los desean
- Presentan severas dificultades con las habilidades sociales
- Realizan preguntas que pueden resultar incómodas para su cita
- Pueden sentir que tener una relación “no es para ellos” y, por ende, no se ven proyectando su vida con otro.
- Tienden a buscar la amistad, por sobre la pareja romántica
- No suelen establecer contacto visual durante la cita
- Sienten que las citas y las relaciones son confusas.
¿Las personas con autismo tienen la capacidad de sentir amor?
El amor es una emoción compleja que pueden experimentar tanto las personas con autismo como las que no lo tienen. A pesar de las variaciones en la expresión y la experiencia del amor de una persona a otra, los individuos con autismo poseen la capacidad de formar conexiones emocionales profundas. Esto puede abarcar desde el amor familiar, amistoso y romántico, hasta incluso el amor por aficiones e intereses.
Las personas con autismo pueden mostrar y experimentar el amor de distintas maneras, influidas por sus puntos fuertes, sus retos y sus sensibilidades sensoriales. Algunos pueden tener dificultades para articular verbalmente sus emociones más sinceras o para utilizar señales sociales arquetípicas; no obstante, son capaces de mostrar amor y cariño a través de sus actos, intereses y apoyo inquebrantable.
La cuestión es que el autismo es un espectro, y la experiencia y la expresión del amor de cada individuo pueden variar. Aceptar y comprender estas diferencias puede fomentar unas relaciones inclusivas y significativas con las personas autistas, en las que se pueda dar y recibir amor.
Las personas autistas tienen dificultades para expresar sus emociones, lo que puede entorpecer sus relaciones interpersonales. Aunque sus emociones son tan complejas y exaltadas como las de los individuos no autistas, las personas con autismo pueden tener dificultades para mostrarlas de formas que se consideren socialmente apropiadas. En consecuencia, pueden ser percibidas involuntariamente como distantes, en lugar de ser reconocidas por sus sentimientos genuinos.
Dado que las personas con autismo pueden tener dificultades para comprender las normas sociales, la forma en que los demás vocalizan sus palabras o las señales no verbales, expresar sus sentimientos románticos o su atracción puede resultar problemático por medios inadecuados. Las explicaciones claras sobre lo que es aceptable e inaceptable suelen ser cruciales para las personas con autismo.
Pensemos, por ejemplo, en una persona con autismo que pide salir a alguien repetidamente tras recibir varios rechazos. La otra persona puede haber dado una excusa como “estoy ocupado este fin de semana” en vez de decir simplemente “no, gracias”. El individuo autista se queda perplejo porque supone que la otra persona podría seguir interesada en una cita más adelante. Para evitarlo, si a un autista se le niega una cita, se le aconseja que no vuelva a preguntar. Si la otra persona da una excusa más de dos veces, la persona autista ya no debe invitarla a salir.
¿Cómo se da la desregulación emocional en las relaciones en las personas autistas?
Las personas con autismo y las relaciones románticas pueden encontrarse con desregulación emocional. La desregulación emocional se define como “una respuesta emocionalmente desajustada que se desvía de la gama tradicionalmente aceptada de reacciones emocionales.”
Un ejemplo de cómo la desregulación emocional afecta desfavorablemente a una relación es cuando uno de los miembros de la pareja muestra un comportamiento impulsivo, como distanciarse bruscamente de la otra persona cuando se enfada, en lugar de resolver el problema.
Otro caso de desregulación emocional que afecta a las relaciones es cuando los miembros de la pareja se malinterpretan con frecuencia, lo que dificulta la conciliación de sus diferencias. Por ejemplo, si tienen un desacuerdo al principio de una comida, pueden temer que el resto de la comida esté cargado de tensión y malestar.
¿Alguna vez saliste con una persona autista? ¿Eres autista y te sentiste identificado/a con estos desafíos?