Actividades lúdicas para fomentar la participación de personas neurodivergentes

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Llevar a cabo una actividad artística, recreativa o lúdica  implica algunas cuestiones que van más allá de una simple hora de trabajo en un proyecto aislado. Entre sus implicancias, está el decidir qué crear/hacer, planificar qué materiales u objetos se necesitan, presupuestar los costos, buscar materiales adecuados para el proyecto, trabajar en el mismo y dedicar tiempo y atención, limpiar una vez que se finalizó y compartir el proyecto o juego con otras personas. 

  Frente a los desafíos que a veces se presentan en la socialización y la comunicación verbal, el arte y el juego pueden ser de gran ayuda para las personas neurodivergentes como medio para expresar pensamientos y sentimientos. El enfoque práctico de trabajar en un proyecto artístico también puede mejorar la cognición y las habilidades motoras. María Stroman, de la organización “Creando Luz” nos comentaba que la realización de un proyecto mejora la autoestima y fomenta la autonomía de las personas neurodivergentes. Si estás acompañando a una persona neurodivergente, los siguientes consejos te pueden ser útiles para llevar a cabo una actividad artística o recreativa.

¿Cómo planificar una actividad artística o lúdica con una persona neurodivergente?

A continuación, recorremos una serie de pasos y estrategias que pueden ayudarle en la realización de un juego, actividad recreativa o artística con una persona neurodivergente:

  1. Reunir suministros

No hace falta gastar mucho en materiales. Pinturas, pinceles, colores, acrílicos, pegamento, tijeras, y similares son cosas que puedes necesitar para empezar un proyecto. Materiales sencillos que tengas en casa, como bolsas de papel, botones y cintas, pueden ser la base de un proyecto artístico. Hacer que el niño compre los materiales puede ser instructivo. Crear un presupuesto para un proyecto artístico puede ser una experiencia de aprendizaje. Procure que la persona elija los colores y los materiales que quiere utilizar. Enséñele a combinar colores para crear otros nuevos. Se pueden adaptar los materiales artísticos a las necesidades y capacidades de cada niño. Incluya materiales táctiles como arcilla, hilo o cuentas para satisfacer las necesidades sensoriales. También se pueden implementar materiales naturales como piedras, hojas y musgo. El tacto de estos materiales es terapéutico para los niños. También ayudan a reforzar las habilidades motoras mejorando la coordinación de ojos y manos. Recoger piedras y hojas puede ser una parte divertida del proyecto.

  1. Planificar con antelación y dedicar tiempo suficiente 

Asegúrese de que todos los materiales estén listos. Por ejemplo, si decide hacer un collage de dibujos, piense en tener material de reserva para no quedarse sin él y arriesgarse a interrumpir el flujo de creación artística. Coloque periódicos y revistas en una superficie amplia donde el niño pueda trabajar. Explique con paciencia lo que espera de él. Lo mejor es explicarlo demostrándoselo, para que el niño pueda imitar y entender lo que usted intenta hacer y lo que quiere que haga. Es posible que tengan una mejor comprensión visual. Mostrar en lugar de contar puede mejorar la experiencia. Dividir el proyecto en pasos bien definidos puede ayudar a alcanzar el objetivo de finalizar el proyecto. 

  Recuerde que el arte ayuda a desarrollar la motricidad fina y las habilidades cognitivas. Por lo tanto, las percepciones y experiencias sensoriales son importantes. Lo que el niño siente a lo largo del proceso creativo es una oportunidad para expresar sentimientos y pensamientos. Además, fomentar la confianza en sí mismo es crucial.

Es importante dedicar tiempo suficiente a cada niño y tener paciencia para explicarle el proceso. Esto significa que las actividades artísticas no deben realizarse con prisas y que todos los participantes deben disponer de tiempo suficiente para terminar la actividad. El ritmo es necesario para no abrumar al niño. Al fin y al cabo, el arte debe ser una actividad agradable y placentera, no una tarea.

  1. Asistir y ayudar pero sin imponer

Si bien cada persona es única, algunas pueden tener dificultades motrices extremas. Es posible que necesiten ayuda física para hacer trabajos artísticos. Es fundamental dejarlos tomar la iniciativa y ayudarlos sólo cuando sea necesario. A veces, la asistencia puede ayudar al niño al principio hasta que pueda hacer el proyecto por sí mismo. Animarles a hacer el trabajo por sí mismos fomenta la independencia. El proyecto no debe ser frustrante ni abrumador. Es importante apoyar al niño proporcionándole lo que pueda necesitar. Esté atento a los signos de frustración. Escuche al niño.

  1. Sea variado

La capacidad de atención de los niños con autismo y dificultades de aprendizaje puede ser corta, así que es normal que se distraigan. Para contrarrestar la posibilidad de distracción, genere variedad en el trabajo artístico que hace el niño. Puede pautar el proyecto en diferentes actividades interconectadas que luego se unirán en la consecución del proyecto final. Mantener su interés en las actividades artísticas es tarea difícil, pero será más llevadero si usted genera variaciones para que el trabajo no sea monótono y él niño se aburra.

  1. Preste atención a las distracciones del entorno

Según la condición con la que tratemos, los ruidos fuertes, las luces brillantes y las habitaciones llenas de gente pueden abrumar a un niño neurodivergente. Preste atención a distracciones como el zumbido del aire acondicionado o las obras en el exterior. El olor a pegamento o plastilina puede afectar a un niño que tiene problemas con los olores. Tenga en cuenta que un niño que no se muestra obediente o que se comporta mal puede estar reaccionando a su entorno. Escuche atentamente al niño.

A continuación haremos un breve recorrido sobre qué actividades benefician y pueden ser de interés para personas neurodivergentes.

7 juegos y propuestas para disfrutar en familia

A continuación, te presentamos una serie de propuestas y actividades, que pueden ayudarte en la recreación de personas neurodivergentes.

  1.  El espejo. Juego de imitación

Se trata de un juego para niños entre 4 y 6 años que consiste en colocarte frente a él/ella y realizar una acción que él debe imitar. Las acciones pueden ser muy simples e ir complicándose poco a poco. Los juegos de imitación son una buena manera de favorecer que el niño se fije en las conductas de los otros y aprenda distintas habilidades y secuencias de conductas favoreciendo también el establecimiento de una mejor comunicación y vínculos afectivos.

  1.  “Lo que sí” y “lo que no”. 

Se realiza un tablero dividido en dos columnas: la de los buenos comportamientos y la de los malos comportamientos. Luego, se le entregan diferentes recortes que representan distintas conductas y él/ella debe decidir en qué columna del tablero pegarlas. Por ejemplo, podríamos colocar comportamientos como: prestar sus cosas, ser amable, gritar, golpear, etc. Gracias a este juego, ponemos en práctica el reconocimiento de las distintas situaciones sociales, pero también trabajamos el autocontrol y las habilidades sociales del niño. Es ideal para niños de 4 a 6 años.

  1. Adivina ¿qué es? 

En parejas, uno dice las características y funciones de un objeto que ha escogido del ambiente en el que estamos y que mantiene cubierto para que el otro no lo vea. El otro debe adivinar según las descripciones. Después se cambian los papeles. A través de este juego se estimula el lenguaje y la comprensión de las funciones básicas de los objetos. Es una actividad pensada para niños de 4 a 8 años.

  1.  Teatro. Juegos de roles para niños a partir de 4 años

El objetivo es diseñar una representación teatral donde el niño deba jugar diferentes roles: Papá, Doctor, Maestro, Policía, o bien interpretar acciones como ir de compras o a un restaurante. La complejidad del juego se va ajustando a la edad del niño. Esta actividad favorece la empatía, el poder reconocer otras perspectivas y el desarrollo de habilidades sociales. Puede jugarse a partir de los 4 años.

  1.  Libro de las emociones. Actividad para niños a partir de 4 años

Podemos diseñar un libro con cartulinas, recortando imágenes de revista sobre las diferentes emociones: felicidad, tristeza, miedo y enojo. Las imágenes pueden ser de personas, animales o de paisajes que transmitan esa emoción. Una vez más, con esta actividad favorecemos el reconocimiento y la expresión de las emociones.

  1.  Dígalo con mímica

Es una actividad divertida para niños de 4 años en adelante. Se juega en parejas o en grupos y consiste en actuar desde palabras, acciones o nombres de películas dependiendo de la edad del niño, sin poder emitir ningún sonido hasta que el otro adivine teniendo un tiempo límite para lograrlo. En cada turno, se cambian los papeles y el que hace la mímica ahora debe adivinar. Con esta actividad se favorecen las relaciones interpersonales, la capacidad de interpretar y el lenguaje no verbal.

  1.  Dígalo con dibujos. Juego para niños de 5 años en adelante

Este juego consiste en que uno dibuje un sentimiento o una acción y que el otro adivine, sin poder hablar. Con actividades como esta se favorecen las relaciones interpersonales, la capacidad de interpretar y el lenguaje no verbal.

Esperamos que le hayan gustado nuestros consejos y juegos para niños neurodivergentes. Comparta esta lectura con más personas a las que pueda servirle.